miércoles, 6 de abril de 2011

Ser alguien de provecho...



Hoy quería compartir con vosotros una anécdota personal que me hace recordar los tiempos en los que la inocencia y esperanza todavía no habían sido aplacadas bajo el cúmulo de responsabilidades que conlleva el “tener que sacarse una carrera para ser alguien”. Recuerdo mi respuesta cuando un profesor de instituto preguntó qué queríamos ser en el futuro: “Quiero ser alguien importante”. Mirándome con extrañeza, me preguntó si quería ser político u ocupar algún cargo por el estilo. “No” respondí “Quiero que todo el mundo lea mis libros y sonría al igual que lo hago cuando leo las novelas de otros autores”. ¿Es eso ser alguien de provecho? Todavía no sé la respuesta, pero lo haré, pues sigo persiguiendo ese sueño mientras cumplo con mis “obligaciones”. Añoro la libertad… Se dice que uno no debe dedicarse a lo que le hace sentirse infeliz... ¡Quien pudiese ser feliz con lo que debe hacer! Pero no desistiré en serlo y espero encontrarme algún día, uno de estos muchos y aparentemente iguales, a una persona en el metro, de camino al trabajo o la universidad, leyendo con entusiasmo mis propias palabras.